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25
Oct

El arte de combinar conocimientos y habilidades interpersonales es esencial para un rendimiento empresarial sobresaliente

¿Los gerentes de su organización apoyan su trabajo en equipo para ayudarlos a alcanzar su máximo potencial y maximizar de manera óptima el rendimiento de su empresa? Si no es así, es hora de descubrir el poder de los Indicadores Clave de Comportamiento (KBI). 

Dominar los mejores comportamientos de gestión 

Incluso en esta era de la tecnología, los seres humanos siguen siendo esenciales para ofrecer excelencia en el rendimiento. La mayoría de las empresas tienden a centrarse en los procesos y la tecnología. Aun así, es fundamental recordar que las personas gestionan, apoyan y se benefician de la innovación en cualquier época y son los motores del cambio. 

El uso de KBI nos permite construir sobre lo que realmente está en el corazón de una organización: las personas. Son los que generan rendimiento. 

El alto rendimiento dentro de una empresa significa asegurarse de que se están utilizando buenos “comportamientos”, como en el caso de un atleta que entrena para ganar en los Juegos Olímpicos. Los Indicadores Clave de Comportamiento permiten medir las diferentes facetas del conocimiento y los comportamientos de un gerente proactivo y eficaz. Cuando se combinan, estos indicadores muestran las mejores prácticas de gestión a adoptar diariamente. 

Medir: el primer paso hacia la mejora 

Como gerente, siempre debe preguntarse si adopta las mejores prácticas para una gestión óptima en su industria (ya sea “4.0” o no). 

La metodología detrás de la medición de KBI le permite crear un perfil de las capacidades técnicas y de recursos humanos de los gerentes de su organización. 

Esta evaluación será el punto de partida de un proceso de mejora que busca perfeccionar las habilidades y destrezas de gestión, lo que, a su vez, mejorará el valor agregado de los gerentes, establecerá el marco de competencias adecuado y creará el nivel requerido de desempeño operativo. 

Los Indicadores Clave de Comportamiento miden los buenos comportamientos, por lo que también ofrecen la posibilidad de crear mejoras. Veamos una vez más en profundidad la analogía del atleta cuyo rendimiento físico inicial se mide con la ayuda de diferentes indicadores. Este atleta de alto nivel deberá reevaluar estos indicadores para lograr los resultados deseados a medida que avanza el entrenamiento. 

Ten esto en cuenta: lo que no midas ahora, lo olvidarás después. 

Ejemplos de indicadores clave de comportamiento 

Los KBI se utilizan para evaluar diferentes aspectos de la gestión en las organizaciones. Estos son algunos ejemplos de indicadores clave de comportamiento: 

Indicadores de Habilidades Gerenciales 

Índice de Habilidades Gerenciales: la comprensión teórica de los roles, las responsabilidades y las competencias básicas. 

Índice de supervisión activa: la cantidad de supervisión activa realizada. 

Índice de Efectividad de la Gestión: la calidad de la supervisión activa realizada 

Métricas de comportamiento de gestión 

Objetivos: la capacidad del gerente para guiar a los equipos hacia metas claras. 

Factor de consideración: la capacidad del gerente para dar retroalimentación constructiva 

Analizamos estas dos métricas y los comportamientos que promueven con más detalle en este artículo. 

Mentalidad y compromiso 

Índice de Movilización Organizacional – compromiso de los empleados como reflejo de la calidad de la gestión a nivel organizacional 

Índice de satisfacción personal: la capacidad psicológica de los gerentes para impulsar el rendimiento de los empleados. 

Mejora continua en la gestión 

Estos indicadores de comportamiento permiten a sus gerentes y a su organización desarrollarse de manera proactiva y sostenible. 

Por lo general, un gerente se siente más cómodo con el aspecto técnico de su función. Un directivo que quiera evolucionar tiene que incorporar el elemento humano en sus rutinas de gestión para encontrar un equilibrio entre la experiencia técnica y la movilización de las personas. Esta movilización reducirá la brecha entre el potencial de la organización y su desempeño real. 

Algunos entornos de trabajo desaprueban el papel de líder o gerente. El modelo de jefe “crítico”, que busca atrapar a las personas, tiene que transformarse en un líder que asuma la responsabilidad, que esté ahí para su equipo y que quiera ayudarlo a evolucionar. Necesita apoyar, motivar y guiar al equipo, teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades de cada miembro del equipo. También tiene que mostrar adaptabilidad, anticiparse a los problemas y adoptar un enfoque de resolución de problemas ofreciendo soluciones alternativas para resolverlos de manera oportuna. 

Para lograr un alto rendimiento organizacional, debe dominar el arte de combinar conocimientos y habilidades interpersonales. La adopción de las mejores prácticas y un enfoque de coaching individualizado, combinado con la tutoría y la formación, permite un apoyo personalizado y dedicado para cambiar los comportamientos de forma duradera. 

Resultados de la mejora de la gestión del desempeño 

Con la ayuda del coaching y los indicadores clave de comportamiento, la aplicación de las mejores prácticas de gestión en el punto de ejecución tendrá un impacto significativo:  

  • Mejora de los KPIs (Key Performance Indicators) y KFIs (Key Financial Indicators), lo que permitirá el crecimiento económico de la organización; 
  • Compromiso de los empleados ya que se sienten involucrados y comprometidos, lo que será parte de la solución en el día a día; 
  • Aumento de la eficiencia en la estructura organizativa. Cuando los empleados desempeñan mejor sus funciones en todos los niveles de la empresa, los gerentes ya no tienen que “compensar”. Todo el mundo realiza mejor sus tareas, lo que mejora la productividad. 

Fuente: (N.d.). Retrieved from https://blog.proactioninternational.com/en/kbi-optimizing-performance 

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