Publicado en Machinery Lubrication Magazine.
En el mundo de la confiabilidad, un número cada vez mayor de personas están dándose cuenta de los beneficios de las estrategias de mantenimiento proactivo y predictivo. El monitoreo de condición, la principal actividad de esas estrategias identifica ya sean las causas raíz o los síntomas de condiciones adversas a la maquinaria. Un programa efectivo de mantenimiento proactivo/predictivo requiere de herramientas tales como vibraciones, termografía y análisis de aceite para escanear, inspeccionar y determinar la condición de la maquinaria. Sin embargo, no desestime el valor de otros instrumentos de alta tecnología: sus propios sentidos. Es cierto, sus ojos, oídos y nariz pueden ser valiosas herramientas de monitoreo de condición y, a diferencia de los otros instrumentos, requieren muy poco entrenamiento para utilizarlas efectivamente.
Aunque algunas observaciones visuales o audibles requieren interpretación, muchas son intuitivas y sólo requieren un sistema para manejar y actuar sobre la información. La mayoría de los operadores y técnicos están familiarizados con la maquinaria que ellos mantienen y operan, y consecuentemente están conscientes de lo que son los sonidos “normales” de la maquinaria, calificándolos para identificar condiciones inusuales.
Ver
Muchas inspecciones sensoriales son visuales, y revisar el nivel de aceite es la actividad de monitoreo visual más común. Un gran número de fallas potenciales de la maquinaria se previenen gracias a un atento individuo que advirtió un bajo o inexistente nivel de aceite. Otras valiosas funciones pueden efectuarse como parte de de la inspección visual. Aspectos de la lubricación tales como aceite contaminado con agua u otros materiales, aceite degradado u oxidado, y excesiva generación de espuma, así como otras condiciones de la maquinaria como vibración excesiva, correas (bandas) flojas, transmisiones de cadena muy holgadas o la falta de seguros, son algunos ejemplos de lo que debe documentarse y programarse rutinariamente dentro de los procedimientos. Este debe ser el cimiento de un programa de monitoreo de condición, sin importar cuán sofisticado sea.
Escuchar
Otra categoría de inspección sensorial es la inspección auditiva. En algunos ejemplos, el sonido puede ser una herramienta de monitoreo más sensible que la inspección visual. Mientras que las inspecciones visuales son mucho más directas, las inspecciones audibles podrían requerir algún grado de experiencia o entrenamiento para interpretarlas. Sin embargo, es probable que hasta el oído menos entrenado o experimentado note un cambio en el sonido normal de la maquinaria y reporte la condición, aun cuando el problema no esté identificado.
Olfatear
Otro método de inspección o sentido que puede no haber sido considerado, es el olfato. El sentido humano del olfato es muy poderoso, y puede utilizarse para identificar varias condiciones adversas de la maquinaria y problemas del lubricante. Entre los aspectos comunes relacionados con el lubricante que pueden detectarse por el olfato están ciertos tipos de contaminación tales como solventes, combustible, refrigerante y otros productos químicos. Adicionalmente, el aceite que se ha oxidado significativamente tiene un olor distinto, que una vez que es observado, es fácilmente identificable. Algunas condiciones de la máquina también son detectables por el olfato. Las correas (bandas) que derrapan o componentes sobrecalentados a menudo presentarán un olor alarmante que demanda investigación.
Los Sentidos Humanos: Una Valiosa Técnica de monitoreo de Condición
Como diseñador de programas de lubricación, siempre deseo ayudar a encontrar ineficiencias en cada actividad, y las inspecciones sensoriales proporcionan abundante oportunidad para la eficiencia. Yo creo personalmente que una de las mejores características de este tipo de actividad es que esas tareas pueden efectuarse en conjunto con otras tareas de mantenimiento. Cualquier actividad que acerque a los técnicos alrededor de la máquina es una oportunidad perfecta para efectuar una inspección sensorial de rutina. Con frecuencia me sorprendo cuando visito una planta y noto problemas fácilmente observables que podrían llevar a una falla catastrófica – problemas que de otra manera hubieran pasado inadvertidos. Lo que es más común, y es más preocupante, es el número de esos eventos que son observados, pero no reportados, o son reportados, pero no se hace nada sobre ellos. Este típicamente no es un caso de apatía, sino la carencia de un mecanismo o proceso para capturar y utilizar los datos. Por lo tanto, es importante documentar y programar esas tareas por demás simples y crear una lista de verificación y mecanismo de reporte con acciones de seguimiento bien definidas para actuar sobre los problemas identificados.
Un último beneficio de este tipo de monitoreo de condición es que casi todos pueden hacerlo. El uso efectivo de otras herramientas, como vibraciones o análisis de aceite, requiere de una considerable cantidad de entrenamiento. Las inspecciones sensoriales, por el contrario, pueden efectuarse por personal independiente del mantenimiento, como los operadores. Esta puede ser una ventaja cuando el grupo de mantenimiento está ocupado efectuando tareas de mantenimiento reactivo. Después de todo, si hay tiempo disponible en el programa del operador, ¿por qué no emplearlo a él para ejecutar este tipo de tareas? Algo tan simple como detectar una fuga de aceite o una caja de engranes que suena un poco extraño, podría, y con frecuencia lo hace, llevarnos a evitar una falla catastrófica, evitando miles de dólares en pérdidas. Aunque la mayoría de nosotros efectuamos inspecciones de rutina en alguna medida, el valor de utilizar los sentidos no debe ser subestimado o ignorado.