EVOLUCIÓN DEL MANTENIMIENTO EN TIEMPOS DE CRISIS – LATINOAMÉRICA – 2A PARTE
Costo de Mantenimiento por el Inmovilizado – CMIV
El valor de este índice es casi estable en las tres últimas encuestas (reducción de 4,3% de 2013 al 2015) y refuerza la suposición de que la reducción de costos de mantenimiento presentada en el análisis del índice anterior, no se puede explicar como consecuencia del aumento de la facturación, ya que, como observaremos en otros contenidos, no hay inversión en renovación de activos, por lo tanto, los gastos del mantenimiento están acompañando el envejecimiento de los activos.
El mantenimiento es siempre una de las áreas más afectadas, sin embargo y generalmente, la ingeniería de proyectos es la primera en “congelar” sus gastos. Los proyectos de mejora e innovación a menudo se paralizan debido a la cantidad de recursos que se necesitan. Las inversiones de CAPEX son detenidos casi en su totalidad, quedando solamente aquellos que son de vital importancia ya que el objetivo se convierte en; producir con lo que se tiene sin gastar más, no invertir en maquinaria nueva, especialmente si el futuro de la empresa es dudoso. Por lo tanto esta puede ser una razón de peso para no haberse identificado una variación representativa en este indicador.
Disponibilidad Operacional
Aunque no muy significativa, la reducción de disponibilidad operacional del 2013 al 2015 (0,7%), puede ser muy significativa en valor absoluto dependiendo de la facturación. Por ejemplo, considerando el país como una empresa, estaríamos alcanzando una pérdida del orden de USD 9,6 mil millones de dólares anuales (PIB USD 1.375 mil Millones). Cuando aplicamos el PIB brasileño como “facturación” en el índice CMFT, concluimos que el Costo de Mantenimiento anual es del orden de USD 45 mil Millones.
La disponibilidad se ha mantenido prácticamente estable, pero en tiempos de crisis el aumento de la producción no es una prioridad en muchas empresas. En este momento, se debe buscar una disponibilidad óptima y esto no es, necesariamente, la de valor máximo, pero la que esté en línea con la estrategia de la compañía y este ejercicio realizado en los malos tiempos es una gran lección para aplicar siempre, incluso sin crisis, porque debe ser la disponibilidad adecuada y no, necesariamente, la mayor posible.