Durante mucho tiempo existieron personas que se dedicaban a diferentes labores, que por su naturaleza no requerían de autorización de la autoridad gubernamental para desarrollarlas, quizás agricultores, carpinteros, boleros, mas sin embargo si existían otras labores que a pesar de no requerir autorización de la autoridad gubernamental para ejercer, si eran al menos supervisadas o sancionadas por sus pares .
El crecimiento industrial explosivo durante el siglo 20, trajo como una de sus consecuencias la necesidad de capacitar personal que desarrollara labores que por su complejidad requería de un entrenamiento especial, apareciendo en labores de piso industrial, el “maestro”, el “sobrestante”, quienes eran y son hasta la fecha personas con un conocimiento de sus labores basada en experiencia, la cual fue creciendo desde que ellos eran los tan mencionados “aprendices”, base estos últimos de la gran labor industrial requerida, en particular por nuestro país.
Este mismo siglo 20 trajo inimaginables oportunidades para aquellos que fueron más allá de los pisos industriales e ingresaron a las universidades, para desarrollarse en el ámbito profesional, ya fuera como técnico, tecnólogo o ingeniero. La misma explosión industrial de ese tiempo llevo a los profesionales a buscar desarrollar de “motu propio” habilidades y experiencias que posteriormente serian plasmadas en manuales o que enriquecían los libros de texto ya existentes.
Este desarrollo industrial, provoco la aparición de nuevas carreras técnicas, tales como las electrónicas, mecatronicas, sistemas computacionales, telecomunicaciones, etc., pero el último cuarto de ese siglo 20 también trajo la relación comercial abierta entre países, provocando la aparición de los ISO, los cuales regularían hasta cierto punto tanto la calidad de ejecución de la mano de obra como la calidad administrativa de las empresas que se aventuraran en el mercado mundial.
Nuestro país no podía quedarse atrás y para estar acorde con los requerimientos internacionales tanto de calidad como de seguridad industrial y por consecuencia desarrollar nuestra competitividad, se desarrollaron normas afines o modificación a las existentes, tales como NOMs que cubren aspectos eléctricos 005 STPS, de seguridad a los trabajadores 001-STPS, de prevención y protección contra incendio 002-STPS y otras más que sería hasta tedioso mencionarlas.
Estas NOMs se han estado actualizando en función de necesidades y experiencias que personas conocedoras del ramo afín han aportado al enriquecimiento técnico de nuestro país.
Por otra parte y en función de la misma necesidad de competitividad, llegaron a nuestro país empresas extranjeras con requerimientos de seguridad contra incendio, área en la que nos desarrollamos la mayoría de los lectores de “CONTRA INCENDIO”, esas empresas llegaron con seguros por daño a la propiedad emitidos por aseguradoras internacionales que se rigen por normatividad propia, aunque la mayoría aceptan las normas y estándares NFPA aplicables al caso.
De 1975 a la fecha los estándares particulares de esas aseguradoras así como la normatividad NFPA se han modificado substancialmente y en forma periódica, que ocasionaron la creación de empresas de capacitación en el conocimiento de tales estándares y normas y así encontramos que tanto en el ámbito particular como en el gubernamental los cursos para actualización en la normatividad de Contra Incendio proliferaron.
En nuestro país, la autoridad obliga al cumplimiento de la NOM-002-STPS-XXXX en cuestiones de contra incendio, actualmente la versión vigente es la 2010, ésta versión se encuentra actualmente en revisión para su adecuación a las condiciones actuales que en materia de seguridad y prevención contra incendio se han detectado.
Sin embargo es práctica común que los diseños de protección por rociadores automáticos, se rijan por los estándares y normas de NFPA, según aplican a cada caso y esto aunado a los cursos que ofrece el mercado en cuanto a capacitación en el tema, nos ha llevado a que proliferen en últimas fechas personas que se exhiben como especialistas certificados en el ramo, al exhibir reconocimientos de asistencia a determinado curso sobre un estándar NFPA determinado.
El ingeniero o técnico que se cobija bajo reconocimiento de haber asistido a un curso de los mencionados en el párrafo anterior, en la mayoría de los casos hace uso de estos documentos para “demostrar” a clientes potenciales de que está capacitado para el diseño y/o instalación de sistemas contra incendio base húmeda, en mi caso específico en mi labor de consultor, he encontrado casos en los que se llega a confundir por estos especialistas una toma de bomberos siamesa con un hidrante siamés.
En función de esta problemática y buscando cubrir un hueco entre la instrucción teórica y la experiencia, fue que se estableció por AMRACI a través de su filial CETRACI, el programa de “CERTIFICACIÓN NACIONAL DE DISEÑADORES DE SISTEMAS DE ROCIADORES AUTOMATICOS CONTRA INCENDIOS”, el cual sigue los lineamientos de NFPA en cuanto a certificaciones, para lo cual NFPA establece una diferencia entre “certificado de logro educativo” por su traducción del inglés de “certificate of educational achievement” y “certificación profesional” por su traducción del inglés de “professional certification”, para el primero establece que El certificado de logro educativo demuestra que han cumplido los objetivos educativos del programa de capacitación NFPA al que asistió. No hace ninguna afirmación en cuanto a su competencia en la realización de alguna tarea específica o de trabajo. Sin embargo para la “certificación profesional” establece lo siguiente; Certificaciones profesionales suelen ser programas que certifican competencias profesionales o laborales y requieren de ciertos requisitos tales como la educación, años de experiencia, pasar con éxito un examen y requisitos de elegibilidad continua (como repetición o participando en un número mínimo de actividades educativas).
CETRACI con el programa de certificación antes mencionado establece una diferencia que semánticamente ha causado confusión en el ámbito profesional y es la diferencia entre el ESPECIALISTA y el EXPERTO el diccionario se ha encargado de definirlo semánticamente como sigue:
Un especialista es una persona que cultiva o practica una rama determinada de un arte o una ciencia. Un título o diploma formal es dado a personas que concluyen un curso técnico, o de graduación, o de posgraduación, en la referida temática o área. Un especialista en una determinada materia a veces también es llamado profesional.
Un experto es una persona reconocida como una fuente confiable de un tema, técnica o habilidad cuya capacidad para juzgar o decidir en forma correcta, justa o inteligente le confiere autoridad y estatus por sus pares o por el público en una materia específica. En forma más general, un experto es una persona con un conocimiento amplio o aptitud en un área particular del conocimiento. Los expertos son requeridos para dar consejos sobre su tema de especialización, aunque no siempre coinciden en sus apreciaciones con las opiniones aceptadas sobre ciertos temas específicos de su tema de estudio. Se cree que un experto puede, gracias a su entrenamiento, educación, profesión, trabajos realizados o experiencia, tener un conocimiento sobre un cierto tema que excede el nivel de conocimiento de una persona común, de manera tal que otros puedan confiar en la opinión del individuo en forma oficial y legal. (Wikipedia)
Fuera del aspecto semántico, CETRACI al igual que NFPA en su proceso de certificación buscan al experto, más que al especialista, pues ambos programas, van más allá de un curso y emisión de constancias de asistencia a los mismos, ambos buscan que quien se certifique cumpla con “ciertos requisitos tales como la educación, años de experiencia, pasar con éxito un examen y requisitos de elegibilidad continua (como repetición o participando en un número mínimo de actividades educativas).”
El conocimiento per se sin la aplicación del mismo en el campo del diseño e instalación de sistemas contra incendio, nos entregara un especialista, el conocimiento con la aplicación del mismo en el campo del diseño e instalación de sistemas contra incendio, nos entregara un experto.
Para abundar en la importancia de contar con personal certificado, el MANUAL DE PROTECCION CONTRA INCENDIOS en su quinta edición paginas XX y XXI, menciona las cuatro patas de la seguridad contra incendio:
Pata 1.- Es definida como la autoridad competente, ésta autoridad competente se asesora entre otros por inspectores certificados de protección contra incendio (Certified Fire Inspector), las aseguradores en algunos casos se convierten en autoridad competente y sus asesores de riesgos definen, revisan y aprueban la seguridad contra incendio, estos asesores de riesgos comúnmente cuentan con un certificado CFPS equivalente a un CEPI.
Pata 2.- Es el ingeniero de protección contra incendio, quien tiene la responsabilidad de especificar y diseñar los sistemas de seguridad humana y protección contra incendio, además de inspeccionar y recibir estos mismos sistemas durante y después de su instalación. Estos individuos son ingenieros profesionalmente certificados en protección contra incendio.
Pata 3.- Es el instalador certificado, quien realiza desde la fabricación de los equipos, pasando por su instalación y terminando en el mantenimiento y prueba de los sistemas contra incendio. Regularmente son persona que han obtenido la certificación NICET nivel III o IV en el área de especialidad en rociadores automáticos, alarma/detección, sistemas especiales y prueba/inspección de sistemas contra incendio.
Pata 4.- Es el usuario (dueño, operador), es común encontrar que el interlocutor que representa al usuario es el Jefe de Seguridad (Safety Manager) quien posiblemente sea un CFPS o CEPI.
Observando lo anterior CETRACI se ha enfocado en cubrir las necesidades profesionales de las “patas” dos y tres preparando profesionales certificados reconocidos por la SEP a través del CONOCER, pues son ellos los que llevan la responsabilidad mayor por ser expertos en especificar, diseñar, instalar y probar sistemas contra incendio.
Ing. José Manuel Cruz Domínguez
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