ARTÍCULOS POR NUESTROS CONFERENCISTAS

30
Abr

Los sucesos sorpresa: Gestión de riesgos, modelo de prevención

Predecir las fallas que se tendrán en la organización suele volverse en una jaqueca para ellas misma, ¿cómo puedo conocer lo que vendrá?, ¿existe una fórmula?, es imposible imaginar lo impensable, efectivamente nos veremos atacados por situaciones que no están en nuestras manos y en la cuales debemos actuar, de otra manera la empresa estaría en una situación compleja. La gestión de riesgos es la herramienta que nos permite controlar los sucesos sorpresa.

Cuántas veces nos hemos cuestionado acerca de la prevención de riesgos, día y noche nos mantenemos atentos a posibles fallas que afecten la operación de la empresa. Es imposible poder detectar fallas de manera objetiva y predecible. No conocemos la fórmula para poder hacer un calendario del día, hora y año en que pasará un suceso, si existiera sería fantástico, pero lamentablemente no es así. La gestión de activos tiene una rama complementaria y fundamental en las organizaciones; llamada Gestión de Riesgos la cual nos ayuda a identificar situaciones de desastre para analizar y mediar las probabilidades de pérdidas y efectos para tomar acciones correctivas. Es una consideración profesional y disciplinada de eventos catastróficos y poco frecuentes que forman parte de esta responsabilidad.

Es difícil pensar en una alguna alternativa que nos haga ver más allá de lo evidente, la escala de las consecuencias de los incidentes mayores es difícil de considera y en ocasiones esto suele darnos dolores de cabeza que incluso preferimos no tomarlo en cuenta, lo cual tiene consecuencias severas que afectaran a la compañía.

Existe una manera de tratar el tema: considerar las escalas de riesgo y el activo apropiado de las implicaciones de gestión. En el Reino Unido, la legislación de Control de Accidentes y Peligros Mayores (COMAH) incluye un requisito para la “Desproporcionalidad” en la gestión del riesgo. Esto obliga al grado extra de conservadurismo necesario para la evaluación y manejo de riesgos de eventos raros.

Para comprender mejor a este modelo, lo explicaremos de la siguiente manera:
Si estimamos que un incidente tiene una probabilidad de 1 en 10 de ocurrir y las consecuencias del evento son de $ 100,000, entonces el nivel de riesgo es 1/10 x 100,000 = $ 10,000 y una acción preventiva (o póliza de seguro) que cuesta menos que esto sería justificable.
Sin embargo, si el evento fuera más raro, una probabilidad de 1 en 10,000, con consecuencias que podrían ser tan altas como $ 10 millones de dólares en impacto, una evaluación de riesgo “proporcionada” diría que el riesgo fue el mismo (1/100000 x 10 millones también es igual a $ 10,000). Sin embargo, la rareza del evento significa que la calidad de nuestro conocimiento o la estimación es mucho más pobre, y también lo es nuestra capacidad para predecir consecuencias potencialmente masivas. Para reflejar esta información deficiente, tenemos que inflar el miedo en
caso de que estamos equivocados. Esto es “desproporcionalidad” y requiere una ‘’no linealidad’’ deliberada en las escalas de probabilidad y en las escalas de consecuencia.

Debemos empezar a evaluarlos de la manera menos rara para evitar grandes catástrofes en la organización. Es evidente que no podremos eliminarlos, pero si poder manejarlo de manera más inteligente y asertiva posible. Los administradores de activos deben demostrar que este conservadurismo está incorporado en su gestión de riesgos. Los roles que desempeñan cada uno de los que formamos parte del mundo del CMC sabemos que nuestras actividades no solo de basan en la técnica y ejecución de lo aprendido, nuestras experiencias que van más allá de un papel determinado, estas hacen de nuestra profesión más enriquecedora.

https://www.twpl.com/wp-content/uploads/04-Why-are-we-surprised-as-catastrophes.pdf

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