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19
Oct

De un paso más allá de la criticidad y analice los activos por su condición de criticidad

Noria Corporation. Traducción por Francisco Javier Castillo Olazarán, Noria Latín América

Las interrupciones de la cadena de suministro de 2020 y 2021 han creado un entorno de fabricación altamente dinámico, lo que hace que la disponibilidad de activos para la producción sea un objetivo de operaciones más importante que nunca. La realización de una evaluación de la criticidad de los activos (ACA, por sus siglas en inglés) identifica el 20 por ciento de los activos más esenciales de la planta, de acuerdo con un rango de producción, seguridad, normativas y otros criterios, además ayuda a enfocar la actividad de mantenimiento y confiabilidad respectivamente. Sin embargo, en el entorno actual, expandir la fórmula de ACA para considerar la “condición de criticidad” beneficia al tiempo de actividad general, así como al balance final.

La “condición de criticidad” implica un enfoque más específico que una evaluación de criticidad tradicional. Hace más hincapié en determinar las máquinas sin las cuales su planta o empresa no podría sobrevivir y profundiza más en el impacto financiero que tiene un activo en una organización.

Cómo funciona una evaluación de la criticidad de los activos

Una ACA clasifica sistemáticamente los activos para la priorización del flujo de trabajo, el desarrollo de la estrategia de mantenimiento y otras iniciativas de confiabilidad. Proporciona la base para determinar el valor e impacto que tiene un activo específico en las operaciones. También evalúa el nivel de atención que requiere el activo con respecto al desarrollo de estrategias de confiabilidad (RSD, por sus siglas en inglés) o planes de gestión de activos.

Los beneficios generales de un análisis de criticidad de activos incluyen:

  • Prioriza el flujo de trabajo y recursos de acuerdo con el valor más significativo para la organización general
  • Clarifica las estrategias de mantenimiento de la confiabilidad
  • Asegura que los activos operen a su nivel de capacidad de diseño
  • Incorpora las implicaciones de seguridad de la falla de los activos dentro del plan general de seguridad del lugar de trabajo
  • Reclasifica forzosamente el orden de los proyectos de mejora continua

La consideración de la criticidad de los activos y/o la criticidad de la producción ayuda a enfocar las acciones de mantenimiento y confiabilidad en activos y sistemas vitales. Agregar un índice de impacto de 1/3/9 para seguridad, medio ambiente y producción atrae más atención a los elementos de riesgo.

Una evaluación de la criticidad de los activos es una “herramienta de toma de decisiones” para evaluar la probabilidad de que se produzcan fallas en los activos y cómo estos afectar el desempeño de la organización. El proceso de una ACA evalúa la propuesta de valor de un activo desde una perspectiva de riesgo. Identifica los activos más críticos según su condición de criticidad y desenmascara los riesgos operativos.

Tres puntos esenciales sobre la criticidad de los activos:

  • Una ACA debe identificar el 20 por ciento de los activos más críticos para que los flujos de trabajo, las estrategias de mantenimiento y los recursos puedan asignarse de acuerdo con el riesgo a largo plazo más significativo de la organización.
  • Deben aplicarse “clasificaciones forzadas” -aquellas que se fundamentan en criterios basados ​​en datos objetivos, en lugar de la intuición o prejuicios del equipo de mantenimiento- para que una evaluación de la criticidad de los activos sea legítima e impactante. En un mundo de recursos limitados, la clasificación forzada de un enfoque de criticidad de activos previene que la toma de decisiones reactiva consuma todo el tiempo y la energía de un equipo.
  • La importancia crítica de un activo no puede determinarse por el desempeño de un activo en un día o mes determinado. Cualquier ACA debe aplicar más rigor y criterios que esto.

Incluso siguiendo estas pautas, muchas evaluaciones de criticidad aún consideran que más de la mitad de los activos de una empresa son críticos. Eso excede el alcance de una evaluación de la criticidad de los activos, pero abre la puerta a una evaluación adicional de la condición de criticidad.

A continuación, presentamos dos consejos para profundizar en la “condición de criticidad” de sus máquinas y equipos:

Consejo No.1: Ordene toda la maquinaria por nivel de importancia y clasifique por nivel

La “condición de criticidad” se define como un estado de urgencia, una necesidad seria e insistente, que aplica el pensamiento crítico para considerar las necesidades más amplias del entorno y el contexto de operación. Es un enfoque más holístico en sintonía con la ISO 55000 y las necesidades generales de la gestión de activos.

La condición de criticidad evalúa los activos y recursos a un mayor nivel de amplitud que la criticidad pura de los activos, lo que ayuda a los equipos a formular estrategias para los activos que se encuentran fuera del 20 por ciento superior. La condición de criticidad también sigue un enfoque de confiabilidad inherente, donde se considera la vida útil completa del activo, no solo por cómo es utilizado actualmente.

La metodología ponderada de puntuación de activos requiere considerar varios criterios:

  • Severidad operacional
  • Severidad de seguridad
  • Severidad ambiental
  • Punto único de falla (inclusión clave)
  • Mantenibilidad
  • Confiabilidad
  • Plazo de entrega de repuestos
  • Probabilidad de falla

La evaluación comienza preguntando: “¿Cuál es el efecto del activo en la producción?” Pero tiene más que eso en cuenta.

La tabla de la Figura 1 ofrece algunas pautas para clasificar los activos críticos en niveles.

Figura 1. Definiciones por nivel para la clasificación de la criticidad de los activos.

Figura 1. Definiciones por nivel para la clasificación de la criticidad de los activos.

Cree plantillas para guiar el proceso de la clasificación de activos, dependiendo de la instalación o el entorno, la granularidad de la tarea y el nivel de experiencia del equipo.

La Figura 2 es un ejemplo de una plantilla de “nivel medio”.

Los equipos deben seleccionar una plantilla adecuada para su entorno. Por ejemplo, una plantilla muy granular funciona mejor para un entorno de alta criticidad, como una planta farmacéutica, pero probablemente no para un centro de distribución.

“Tome posesión de sus herramientas de criticidad”, dice Perry, y siéntase libre de ajustar las plantillas para que se adapten a su propósito.

Figura 2. Ejemplo de plantilla de análisis de criticidad de activos

Figura 2. Ejemplo de plantilla de análisis de criticidad de activos

Consejo No. 2: Determine el 20 por ciento superior y manténgalo con mayor urgencia

El nivel de criticidad de los activos combinado con la información del modo de falla debe determinar el enfoque, las técnicas, el plan y la asignación de recursos de la estrategia de mantenimiento. El 20 por ciento de las máquinas más críticas debe recibir un mantenimiento integral de confiabilidad, como un análisis completo del modo de falla, sensores y alarmas automatizados mapeados a indicadores de falla e inspecciones de detección periódicas.

La Figura 3 aplica los niveles de criticidad de los activos a la curva P-F para mostrar cómo se ve el mantenimiento integral de la confiabilidad para los activos críticos. Solo el extremo izquierdo (Nivel 1) recibe un RCM completo (mantenimiento centrado en la confiabilidad), pero los primeros tres niveles, el 20 por ciento superior, califican para el mapeo del modo de falla.

Después de eso, los activos reciben un “mantenimiento mínimo” adecuado a su nivel de criticidad y etapa del ciclo de vida. El mantenimiento mínimo incluye PM programados, para aquellos activos que se mueven más cerca de la derecha de la curva PF, también puede incluir un análisis termográfico si es importante saber cuándo es probable que falle un activo.

Figura 3. Cómo extender la criticidad de los activos en la parte superior de la curva PF para alinear las estrategias de mantenimiento

Figura 3. Cómo extender la criticidad de los activos en la parte superior de la curva PF para alinear las estrategias de mantenimiento

Si un activo resulta tener fallas de diseño, construcción o instalación, la tentativa es convertirlo en un activo crítico debido a la inversión realizada y al alto riesgo de falla. Pero desde la perspectiva de los recursos, probablemente tenga más sentido aplicar en su lugar la consideración de “condición de criticidad” en su lugar.

Es posible que esté enterado de que el activo seguirá causando problemas y desee evitar el constante mantenimiento reactivo, por lo que vale la pena definir una estrategia de mantenimiento específica para ese activo. Por ejemplo, si el activo es fundamental para la producción, considere instalar una derivación. Si no es esencial para la producción, clasifique el activo para operar a la falla y planee en que falle con un impacto mínimo en la línea, como sería el tener un equipo de repuesto preparado. De lo contrario, los costos de prevención de la falla pueden exceder los costos reales incurridos por la pérdida.

Cómo se ve la ‘condición de criticidad’ en plantas reales

Es bastante fácil discutir la teoría de la evaluación de la criticidad de los activos, pero ¿cómo se aplica la condición de criticidad por niveles? Aquí hay unos ejemplos. Las Figuras 4a-b demuestran el resultado de una ACA en Fluke Park, Everett, Washington, sede de Fluke Corporation. Este equipo inicialmente categorizó más activos de los que el 20 por ciento permitiría como críticos, pero enfatizar la importancia crítica de la producción ayudó a enfocar el ejercicio.

Figura 4a Lista de activos críticos clasificados

Figura 4a Lista de activos críticos clasificados

Figura 4b. Programa de pruebas de acción preventiva y rutas de inspección

Figura 4b. Programa de pruebas de acción preventiva y rutas de inspección

Estas herramientas de criticidad operan como documentos vivos. Cree y luego revise cada 12-18 meses para incorporar cambios en activos, operaciones y flujos de trabajo.

Agregar un filtro de “condición de criticidad” a los esfuerzos de ACA añade una capa de análisis a la actividad de evaluación original. Mediante el uso de definiciones, así como una puntuación ponderada acumulativa, las plantas pueden priorizar las categorías de riesgo más pertinentes para sus operaciones, desde la producción hasta el medio ambiente, la seguridad y otras consecuencias de la falla. Las mejores prácticas son aquellas que devuelven valor a la organización y a la maquinaria

 

 

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